Cuando te regalan un teléfono móvil no sólo te están ofreciendo la oportunidad de estar comunicado en prácticamente cualquier rincón del mundo, también te están obsequiando con una herramienta que hoy día sirve para llamar, mandar mensajes, hacer fotografías y vídeos, gestionar tus reuniones y otras obligaciones laborales, mantener al día las redes sociales y realizar gestiones bancarias sin moverte del sofá, entre muchas otras funciones.
Términos como los ‘social payments’ o la ‘cashless society’ se están abriendo paso en nuestro vocabulario diario como una apisonadora. El social money ya es una realidad, un servicio que no sólo permite utilizar el Smartphone como nuestra entidad bancaria de bolsillo, sino también como un punto de encuentro para compartir dinero entre nuestros amigos y conocidos.
El mercado ya no es el que conocíamos antes de la crisis económica. La tecnología ha obligado a un cambio de paradigma en el que los consumidores somos el epicentro de cualquier empresa. Ahora, los clientes, los usuarios ‘tecnológicamente educados’, tienen la última palabra, porque saben utilizar internet como un arma peligrosa para la competitividad de las empresas. Con este nuevo escenario, bancos y start up no han querido despreciar a estos clientes potenciales y se esfuerzan por hacer sus vidas más sencillas.
Además, y si los numerosos estudios consultados no se equivocan, el 80% de los Millennials no pisará jamás una oficina bancaria. Lo que se traduce en gestiones en remoto a través del teléfono móvil. Y una oportunidad para los innovadores que sepan ofrecer una solución cómoda, eficaz y, sobre todo, segura.
Una nueva tendencia
El Fintech es, desde hace un tiempo, uno de los sectores tendencia y con mayor potencial en España. El ecosistema emprendedor patrio ha encontrado en esta área de negocio un campo fértil con muchas oportunidades. Desde hace menos de un lustro, han nacido en nuestro país decenas de compañías especializadas en medios de pago, préstamos, agregadores financieros y las dedicadas al crowlending y el equity crowdfunding. Y, casi la mitad de estas start up ofrece sus servicios al consumidor final, mientras que un 38% de ellas se dedica a las empresas y el 14% a ambos.
Sin embargo, en este amplio abanico de servicios no encontramos apenas compañías emergentes especializadas en social money. PetyCash parece ser la única aplicación española dedicada a este servicio financiero que permite a sus usuarios compartir dinero en un entorno social, y que, además, ha añadido a la mensajería instantánea de WhatsApp funciones monetarias -como el envío de dinero de móvil a móvil, sistema de deudas y créditos de cada uno de los contactos- para un uso mucho más intuitivo y sencillo. Como explica su CEO, José María Cueco, “hay que estar presentes en la vida del usuario antes y después de la experiencia de pago, para sacar el máximo provecho de ese componente social y la experiencia que rodea al evento que motiva compartir dinero entre amigos”
Colocar al usuario y potencial cliente en el centro de toda estrategia es un axioma para los emprendedores estadounidenses. En EEUU el emprendimiento es lo habitual y las innovaciones en todos los sectores un hecho. En el sector del Fintech, y en concreto del Social Money, el gran valedor es Venmo, una start up que suma crecimientos anuales del 250%, 185 millones de usuarios registrados y 14 millones de comercios adheridos. Unas cifras que no dejan a nadie indiferente. Menos aún a PayPal, que la adquirió hace poco más de tres años por 800 millones de dólares.
España, como en otros muchos temas, siempre está un paso por detrás de Estados Unidos, aunque podemos decir que se está poniendo las pilas. Si nos centramos en pagos móviles, Yaap (una app perteneciente a Telefónica, Banco Santander y CaixaBank, y cerrada a finales del año pasado); y Twyp, del banco ING, que termina de cerrar en Holanda y hay indicios de que hará lo propio también en España. Han sido las primeras innovaciones en este ámbito en España. Pero también es cierto que estas compañías no podían ser catalogadas como ‘empresas social money’, pues no poseían ese componente social tan típico de estas aplicaciones. Sólo realizaban operaciones bancarias, al igual que hace Bizum, que es la última gran apuesta de la banca para hacer frente a las start up que no paran de crecer día tras día.
Bizum es, estrictamente, una solución más para hacer transferencias a través del móvil mediante un servicio en el que no hace falta poner el IBAN, sino el teléfono del celular. A pesar de este avance, Bizum cuenta con un importante hándicap: no es una aplicación, sino un servicio que se integra en las diferentes apps o wallets de los bancos. Y un ejemplo más de lo lejos que aún está la banca tradicional para ponerse al día en la nueva revolución tecnológica que está cambiando a marchas forzadas el sector.
Sin embargo, no todo está perdido para la empresa tradicional. Existen entidades que sí entienden esta revolución y saben que deben contar con los emprendedores para competir con sus mismas armas. De ahí que algunas como Bankia esté ofreciendo herramientas a los innovadores para explotar sus ideas. A través de Bankia Fintech by Innsomnia, la primera aceleradora especializada en el sector financiero con base tecnológica de España, los emprendedores pueden hacer realidad sus ideas de negocio en este campo. Y PetyCash, la Red Social para compartir dinero y calderilla, es una de sus participadas.
Más de 400 millones de usuarios en el mundo están comprando ya mediante su móvil, una cifra que se va multiplicar al menos por siete en los próximos cinco años, según las estimaciones más moderadas. Y unos números que no debería pasar desapercibidos para aquellos que quieran hacerse un hueco en el mundo de las finanzas del mañana.
Articulo de Arancha Bustillo
Periodista especializada en startups y consumo inteligente en Vida low cost