Brickfunding es el primer y único portal español donde el inversor puede buscar su oportunidad entre toda la oferta disponible dentro del Crowdfunding Inmobiliario. Estos días abre una nueva etapa centrada en ofrecer más y mejores servicios a sus usuarios. Su fundador y CEO, Juancho Arregui, nos explica cómo nació el proyecto, hacia dónde se encamina y qué novedades se pueden encontrar en la nueva página. Con él también hemos hablado sobre el futuro más inmediato de este sector y cómo ha evolucionado en nuestro país desde su aparición.
¿De dónde surge Brickfunding? ¿En qué consiste vuestro modelo de negocio?
Primero porque soy un apasionado de la inversión en ladrillo y también de las nuevas tecnologías. Y el crowdfunding inmobiliario surgió precisamente hace unos años de la conjunción de esos dos elementos. Así que fue un modelo que en cuanto lo vi me convenció.
Además, después de analizar el mercado vi que no existía todavía ningún portal especializado en la inversión inmobiliaria online. Sí que había multitud de portales que mostraban la oferta inmobiliaria tradicional, pero ninguno especializado en inversión online.
Dentro de los productos que hay ahora en el mercado, podríamos decir que el ladrillo es el más seguro en comparación con otras modalidades de crowdfunding
Y esa es precisamente la misión de BrickFunding, ofrecer al cliente en una única web toda la información sobre los proyectos disponibles. Queremos ser el Trivago del ladrillo digital.
¿En que se diferencia vuestra tecnología de otras existentes en el mercado?
La web anterior era lo que en el argot se denomina un MVP, es decir, una versión muy básica para testear si el producto encajaba en el mercado. Se lanzó en abril de 2017 y pudimos comprobar que las plataformas de crowdfunding sí que tenían interés en anunciarse en nuestra plataforma y, sobre todo, que los inversores demandaban cada vez más información sobre este nuevo tipo de inversión.
Lamentablemente, y precisamente por su sencillez, no podíamos satisfacer las necesidades de nuestros usuarios, así que tras unos meses de pruebas con ese MVP, en septiembre se decidió dar el salto y profesionalizar la web.
Ahora el usuario tiene mucha más información sobre las plataformas y los proyectos que ofrecen. Lo importante está debajo, en el backend, que es el corazón del proyecto. Automatizamos todos los procesos, desplegando bots que se conectan a las webs para la extracción de datos y contamos con una API que nos permite integrarnos con las distintas plataformas en tiempo real para poder ofrecer información actualizada sobre la evolución de sus proyectos.
Estamos incorporando algoritmos que ofrecerán a los usuarios una valoración sobre cada plataforma y sobre cada proyecto. El fin es ayudar a los inversores a que puedan tomar las mejores decisiones de inversión.
Queremos ser la referencia del sector, no sólo mostrando todos los proyectos disponibles, sino evaluándolos y aportando así un valor añadido al usuario.
Se permite al usuario enlazar todas sus inversiones en distintas plataformas que permite controlar y diversificar su cartera gestionándola desde una única web. Hemos creado un programa piloto que hemos denominado BrickTesters en el que buscamos personas que ya hayan invertido en crowdfunding y que quieran ayudarnos a desarrollar la plataforma.
¿Qué objetivos os habéis marcado para 2018?
Queremos cerrar el año con al menos 50 plataformas de crowdfunding integradas en nuestra web. También pretendemos que tanto el número de visitas como el de usuarios registrados siga creciendo. Paralelamente estamos trabajando con otros proveedores de datos financieros e inmobiliarios para integrarlos en nuestro sistema e ir ofreciendo cada vez más y mejor información al inversor. El objetivo es convertirnos en el portal de referencia de la inversión en ladrillo digital.
¿Qué diferencias hay entre el Crowdfunding Inmobiliario y otras formas de inversión similares a esta?
La principal es su menor riesgo dado que hay una propiedad inmobiliaria subyacente que respalda la inversión. Evidentemente hay muchos tipos de productos ahora mismo en el mercado y cada uno con diferentes condiciones y riesgos asociados, pero podríamos decir que el ladrillo es más seguro que las otras modalidades de crowdfunding.
Y dentro del crowdfunding inmobiliario, existen a su vez numerosas formas de inversión, por lo que recomendamos siempre al inversor que se informe cuidadosamente antes de actuar.
A modo de resumen podríamos decir que existen tres tipos principales:
- El denominado equity crowdfunding inmobiliario, que es el más seguro de todos, y es el que quiere la CNMV, ya que la inversión queda estructurada en una sociedad limitada cuyo activo esencial es el bien inmueble y el riesgo queda así separado de la plataforma.
- El directo, o de cuentas en participación, en el que se firma un contrato entre el inversor y la plataforma. Los procesos de inversión y desinversión son más ágiles pero el riesgo se acumula en esta última.
- Luego está el lending, o de préstamo, en el que que se concede al promotor un préstamo financiero para que desarrolle su proyecto. Aquí no se participa de la posible plusvalía o revalorización del inmueble, sino que se presta dinero a un tipo fijo. Dependiendo de si además hay financiación previa hipotecaria o no, el riesgo es mayor aunque también suele tener una mayor rentabilidad.
¿Hay muchas diferencias en el sector español respecto a otros países?
La Ley 5/2015 de fomento de la financiación empresarial, que regula el crowdfunding en España, es muy conservadora, paternalista con el inversor y está orientada a mantener los privilegios y el statu quo del sector bancario tradicional.
Si entramos en el sector del crowdfunding inmobiliario el despropósito es aún mayor ya que no se tuvieron en cuenta las particularidades de la promoción inmobiliaria. Por poner un ejemplo, una cooperativa puede abordar una promoción de doscientas viviendas por valor de cien millones de euros y hacer un llamamiento público para que los interesados puedan participar en el proyecto invirtiendo quinientos mil euros. Esto en el mundo virtual resulta inviable. Una promotora no podría recurrir a una plataforma de crowdfunding para ofrecer ese mismo proyecto, ya que la ley limita el importe máximo a dos millones de euros, o cinco si sólo se destina a inversores acreditados.
La prueba de que la ley no está bien planteada es que de las doce plataformas inmobiliarias que operan ahora mismo en España sólo cuatro cuentan con licencia y las otras ocho han desistido y se han planteado modelos alternativos de funcionamiento. El sector está a favor de regularse.
Entre cosas se está trabajando para crear un sandbox en el que las fintech puedan operar en un entorno más flexible y menos encorsetado. En este sentido los países anglosajones sí que nos sacan ventaja, ya que su sistema legal no es tan restrictivo.
¿Como veis el sector inmobiliario?
Sí, todos los datos apuntan a que estamos en un ciclo alcista que durará unos años. Esto, unido a la mayor confianza de los inversores en las nuevas plataformas digitales, hace prever un importante crecimiento del sector en los próximos años. Tanto en el mundo anglosajón, con un mercado más maduro, como en España. A principios del año pasado existían cinco plataformas en nuestro país y ahora mismo la cifra ha aumentado hasta 12.
Además de los indicadores tradicionales, los indicadores macro también apuntan a que la recuperación económica actual no es algo puntual. Estos muestran una consolidación del cambio de ciclo.
Así que no es de extrañar la vuelta a la confianza en el sector inmobiliario. Y el incremento en el número de viviendas visadas, de operaciones cerradas y de hipotecas realizadas el año pasado así lo confirman.
¿Ves factible la colaboración de las fintech con las entidades financieras tradicionales?
Sí, claramente sí. Se ha visto que de la colaboración de ambos mundos están surgiendo proyectos muy interesantes.
El sector tradicional necesita innovar y transformarse digitalmente, y ha visto que le resulta más rápido y más barato captar startups. No hay más que ver la cantidad de proyectos de aceleración liderados por grandes bancos. Por otra parte, las startups también han descubierto que las entidades financieras pueden ofrecerles acceso a mercados y a canales a los que sería difícil llegar de otro modo.
Muchas gracias Juancho por el tiempo que nos has dedicado. Podéis conocer más sobre su negocio en: Brickfunding
#Fintechers: Juancho Arregui, CEO Brickfunding